El 4º Pasacalles Cántabro de Folclore por Santander con motivo del Día de las Instituciones de Cantabria del martes 28 de julio tendrá este año un fin solidario, ya que lo facturado en el evento se destinará a ayudar a residencias de mayores de Cantabria y a la compra de material sanitario como mascarillas y equipos de protección individual. El evento, organizado por la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), por la Federación Cántabra de Agrupaciones de Folklore (FECAF) y la Federación Cántabra de Coros, contará con la colaboración del Gobierno de Cantabria y del Ayuntamiento de Santander y recibirá en esta edición algunos cambios en cuanto a número de participantes y recorrido con el fin de garantizar la seguridad sanitaria y prevenir contagios.
El desfile saldrá a las 19.30 desde el templete de los Jardines de Pereda, para pasar luego y desfilar por la carretera del principio del Paseo Pereda, atravesar después la calle Calvo Sotelo y marchar a continuación por la calle Isabel II, para tomar luego la calle Juan de Herrera, hasta la Plaza Porticada. Durante el itinerario se realizaría una parada, a lo largo de la calle Calvo Sotelo, donde actuarán todas las agrupaciones participantes. También está previsto una actuación final en la propia Plaza Porticada.
Asimismo, una vez llegada la comitiva a la Plaza Porticada se acotará mediante vallas un espacio para el paso de las agrupaciones de folclore participantes y otro destinado a la actuación de los coros, músicos y danzantes, así como otra zona para el público, que incluirá sillas separadas entre sí 2 metros y contará con un aforo acorde a las restricciones sanitarias actuales. Además, el desfile experimentará una reducción de participantes y congregará a 82 aproximadamente frente a los 400 de ediciones anteriores, con el objetivo de garantizar el distanciamiento social en la organización del desfile.
Se trata de un evento que sirve para celebrar la conmemoración histórica de la aprobación de las Ordenanzas de Cantabria el 28 de Julio de 1778, donde se pretende reforzar la identidad cántabra y sus tradiciones y que es complementario a los actos programados para esa fecha en el municipio de Reocín.